Descripción
En el relieve meridional del friso de la fachada oeste, dentro un pronunciado
marco rectangular, se representa la escena de la condena de Daniel al foso
de los leones. El profeta, que se encuentra en el centro de la escena,
sentado, con su mano derecha levantada mostrando la palma y sosteniendo
un libro en la otra mano. No tiene barba, ni nimbo y viste túnica larga.
Está rodeado por cinco leones. Los tres inferiores están representados
sólo con la cabeza, en actitud de lamerle, mientras que los dos superiores
aparecen con la cabeza y las patas delanteras. No hay elementos iconográficos
que permitan determinar cual de los dos episodios bíblicos de la condena
al foso es el representado. El relieve está ubicado en medio de la historia
de Noé interrumpiendo el hilo narrativo de la misma. Al respecto se han
aportado varias explicaciones, desde la que vincula ambos episodios al
hecho de que tanto Noé como Daniel fueron salvados por la intercesión divina,
a la aportada por R. Gem, quien considera que el grueso marco rectangular
era originalmente una apertura que daba acceso a una cámara conectada con
unas galerías de madera que recorrían el muro sur. También respecto a la
cronología del friso ha habido controversia. Por una parte George Zarnecky,
basándose en aspectos estilísticos, ubicaba la realización en tiempos del
obispo Alejandro "El Magnífico" (1123-1148), cuando reconstruyó
buena parte de la catedral despues del incendio de 1141. Por el contrario,
Lawrence Butler, tras analizar ciertos aspectos relacionados con la forma
en que los bloques del friso estaban insertados en la fachada, llegó a
la conclusión de que el mismo fue tallado en el momento de construcción
inicial de la catedral, es decir, a finales del siglo XI. Estudios posteriores
realizados utilizando mediciones del magnetismo remanente viscoso (VRM)
de la piedra han llevado a Maher, Borradaile, Stewart y O'Connor a concluir
que la datación que parece ser la más correcta es la de mediados del siglo
XII. |