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Introducción al catálogo de crismones
Dibujo: Juan Antonio Olañeta Abadia

Esta sección de www.claustro.com trata sobre el crismón medieval, un tema iconográfico que, si bien es muy frecuente en Aragón, Navarra y sur de Francia, podemos decir que, considerando las extrañas cosas que se califican de crismón y de las numerosas veces que injustamente se ignora su existencia al describir portadas o edificios, es un auténtico desconocido.

Mi buen amigo y maestro Francisco Matarredona fue quien me introdujo en el tema allá por el año 1989. De su mano aprendí, y aprendo cada vez que hablo con él, todo cuanto sé sobre el tema.

Paco intentó publicar en 1994 su libro Crismones románicos, en el cual incluía un extenso catálogo de los crismones españoles. El desinterés por el tema o la falta de padrinos en el mundo académico y editorial hizo que tan interesante obra quedara inédita. Mientras tanto, en estos años se han seguido afirmando cosas sobre el crismón medieval cuyo desatino es, en muchas ocasiones, fruto de la ausencia de un estudio soportado por el método y el rigor.

Desde 1998 he colaborado con Paco en completar el catálogo de piezas. Bien juntos o de forma independiente hemos visitado la práctica totalidad de crismones españoles, hemos descubierto piezas inéditas, como el crismón ubicado actualmente en el interior de la ermita de Santa María de Centenero, nos hemos llevado algunas desilusiones al comprobar que otras piezas habían desaparecido o habían sido robadas, y, sobre todo, hemos pasado grandes momentos juntos.

Desde mi punto de vista, una de las grandes ventajas que ofrece Internet es la posibilidad de generar, mediante la participación activa de aquellos que visitan las webs, catálogos iconográficos. Es esta una de las razones principales que me han llevado a publicar esta web. En línea con este objetivo, el contenido de esta sección no incluye comentarios acerca del origen, historia, evolución y otros aspectos más relacionados con la erudición que con la catalogación.

A quien desee profundizar o conocer más sobre estos temas, le remito al texto de Crismones medievales, la nueva obra que Francisco Matarredona, y que es la revisión y mejora del trabajo realizado en 1994. Dicha obra incluye:
  • una síntesis histórica que sitúa al lector en su ámbito
  • una profunda reflexión sobre el origen, evolución y circunstancias del crismón medieval
  • un catálogo que describe cada pieza con una metodología propia creada para tal fin
  • un amplio despliegue gráfico
  • mapas de localización
  • estadísticas de número y grupos
Eso sí, para poder acceder a ella hay que esperar a que tan interesante obra pueda ver la luz, cosa que esperamos que ocurra el próximo año. Será entonces cuando se podrá ver porque el crismón de Jaca no puede ser considerado como la pieza primigenia que inspiró al resto, las diferencias existentes entre los crismones aragoneses y navarros, la interpretación de las características específicas de los crismones ribagorzanos, etc.

El catálogo que aquí se presenta pretende completar la labor de Francisco Matarredona incluyendo los crismones existentes en el sur de Francia. Para ello me he basado en dos fuentes:
  • el catálogo de crismones franceses publicado en 1985 por la Universidad de Poitiers en el volumen 10 del Corpus des inscriptions de la France Médiévale, cuyos autores son Robert Favreau, Bernadette Mora y Jean Michaud, bajo la dirección de Edmond-René Labande
  • la web perso.wanadoo.fr/best.tarbes/tac.htm
Sobre la información aportada por todas las fuentes citadas, he realizado ciertas adaptaciones, bien para modificar levemente los criterios de clasificación definidos por Francisco Matarredona, bien para incorporar nuevas piezas (sobre todo en el caso de los crismones franceses).

Teniendo en cuenta todo lo dicho, no creo exagerar si califico el catálogo de piezas que en esta sección se ofrece como el catálogo de crismones medievales más completo que existe en la actualidad.

Querido lector, si conoces alguna pieza que no incluimos en el catálogo, o bien sabes el destino de algunas de las que creemos desaparecidas, te invito a ser partícipe de esta obra compartiendo con nosotros dicha información.

Aunque la mayor parte de las fotografías son de mi cosecha, también han aportado material gráfico, entre otros, Javier Vecino, Joan Layola, Antonio García Omedes, José Luis Aramendía, Javier Rey, el profesor David L. Simon y Ramón Celma, a quien sus amigos siempre recordaremos con cariño. No pocas fotografías y dibujos, así como buena parte del texto de las descripciones y relaciones contenidos en las fichas del catálogo son obra, como no, de Francisco Matarredona. Cabe destacar, así mismo, la aportación de mi padre, Juan Antonio Olañeta, quien ha puesto a nuestro servicio su buen hacer en el arte del dibujo.

Son muchas las personas e instituciones que nos han ayudado en nuestro trabajo de campo durante estos años. Como de buen nacido es ser agradecido, considero que es justo citarlos a todos y cada uno de ellos, para lo cual me remito al apartado de agradecimientos de la presentación de la web.

Animo a los expertos, con ayuda del extenso material que aquí presento, a profundizar, por ejemplo, en el estudio de la paleografía del crismón, o en las relaciones existentes entre las piezas españolas y francesas.

De cara a facilitar la búsqueda, la lista de piezas está ordenada por localización geográfica y por orden alfabético.

Ni que decir tiene, que estoy a tu entera disposición para, en la medida de mis limitados conocimientos, ofrecer información adicional o intentar solucionar cuantas dudas te puedan surgir sobre el interesante y misterioso mundo de los crismones medievales.

Muchas gracias por tu visita
Juan Antonio Olañeta