Monasterio de Santa María
Circular, trinitario, de ocho brazos de listel fino terminados en garra, y aro marco de guirnalda con tallos y hojas, muy románica. Amplia roseta central de anillo de filete con Agnus Dei. Tilde de cruz, de tejadillo y patada, debajo del vano lunar de la P con pico de filigrana interior. Alfa de pico, con teja, calzada. Omega de llave ligeramente abierta, con pico y escudete. Pendientes, como en Jaca, de los brazos horizontales. S menor, pisada, achatada, sinuosa, patada en sus extremos y de trazo medio. Pintado: brazos, letras y guirnalda de ocre rojizo, roseta de fondo morado y Cordero blanco, con nimbo y Cruz dorados, y los vanos del crismón jaspeados de almagre y aguas blancas. Rodeado de una extensa leyenda.
Las influencias del monasterio son notables y, en consecuencia, la instalación del crismón puede obedecer a cualquier motivación. Sus relaciones con los cenobios cistercienses aragoneses, son probadas e incluso fundacionales.
